Solo se vive una vez.

  Hacía algún tiempo que no me dedicaba a escribir. Supongo que es porque el tiempo empezó a correr más a prisa y últimamente me he estado dedicando a vivir más que a meramente existir. No digo que mi vida este encaminada ni mucho menos, solamente sé que estoy mirando hacia adelante. 
  Pero creo que me fuí para el otro extremo, antes las manecillas del reloj se habían quedado atascadas, ahora avanzan con la furia de un huracán. No me he estado preguntando qué es lo que estoy haciendo bien y qué es lo que estoy haciendo mal, qué es lo que estoy sintiendo hoy. Es que voy, vengo, me muevo, giro, avanzo, retrocedo, tropiezo, me levanto y aquí estoy. Disfrutando. La certeza aquí es que quiero vivir. Estoy aprendiendo a amar la vida, aprendiendo a quererme ante todo.
  Necesito una pausa para reflexionar, buscar dentro de mí y descubrir qué es lo que quiero para mí, hacia donde me quiero dirigir, qué es lo que quiero que permanezca en mi vida y qué es lo que ya no necesito.
  Mientras tanto corre el reloj y yo estoy bailando. Afuera puede estar lloviendo, pero yo estoy chapoteando sobre los charcos.