jueves, 5 de mayo de 2011

Escribir como método terapéutico.

  Mi descarga favorita siempre ha sido escribir. Comencé escribiendo canciones cuando apenas ingresaba en la primaria. Escribía cuando me enojaba con mi papá y cuando mis fantasías amorosas de pre-adolescencia iban mal. Le escribo a mi mamá para sentirla aún más cerca; le he escrito a la vida y a la soledad, al amor y al odio, a la desesperación, a la felicidad y a la desilusión. Le escribo a un amor que marcó mi vida, que le hizo compañía a mi soledad. Luego de mi madre, creo que con él es con quien más me he sentido acompañada. Y ahora que él ya no se encuentra cerca de mí, que el corazón vuelve a tener ese vacío que él había logrado llenar, le escribo a su recuerdo que vive conmigo. 
  Entonces, comienzo esta nueva página como el espacio que necesito para "gritar" lo que siente mi alma, lo que la gente no entiende, todo aquello que esta tan escondido debajo de maquillaje y risas en muchas ocasiones falsas. 
  Tengo fe, quizás algún día logre decir: "Me siento completa". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario