Cuando los dolores ahogan, cuando siento que el camino es agotador y estoy cansada, cuando las lágrimas caen una tras otra contra mi almohada, y nadie lo ve, nadie escucha mi llanto, cuando quiero sencillamente cerrar los ojos y desaparecer... Pienso en vos, en tu abrazo, en tu sonrisa, en la paz que sentiría mi corazón si alcanzara a escuchar los latidos del tuyo, en tu amor a la vida y en que debo continuar haciendo honor a eso. Pero no me pidas que no te extrañé, que no se me haga difícil vivir si no estas presente. Sé que tu alma se quedo conmigo, pero ¿cómo impedir el dolor en el pecho que aprieta fuerte cuando pienso que nunca más voy a escuchar un te quiero que provenga de tu voz? Las cosas se pusieron demasiado difíciles desde que te quedaste dormida...
Todavía me acuerdo cuando me dijieron que no ibas a volver, que unos ángeles te habían venido a buscar y que quisiste ir con ellos. Si fue así, ¿por qué no me dejaron darte un abrazo más?, ¿por qué no pude escucharte reír por última vez? Pasan los años y este sufrimiento no cesa. Nunca juzgue el designio de Dios, pero se me hace incomprensible tener que vivir esta vida sin los pozos de tus mejillas cuando sonreís.
Por favor, dame las fuerzas que se necesitan para seguir cada día, contagiame un poquito de tu alegría, nunca dejes de dormir conmigo cada noche para que pueda hacer nudos con tu pelo, enseñame a levantarme de las caidas y compartime de tu luz, se que no me vas a dejar sola jamás, tengo la certeza de que tu corazón esta conmigo, que tu escudo protector me cuida ante la adversidad, que nuestro amor puede vencer todo incluso a la muerte, que nada nunca va a poder separarnos realmente..
Es hermoso lo que escribiste Carla!! No voy a decir lo que pienso en un bog, pero simplemente te admiro.. Es increible lo parecidas que son! No se si aparece mi nobmre o no jaja por las dudas, Valen.
ResponderEliminar