jueves, 1 de marzo de 2012

Porque siempre hablamos.

  Pasado, pasado y pasado. Reproches que estallan en la mente. Decís "A", digo "B". Estas todo el tiempo haciéndote la víctima, estoy siempre a la defensiva. Nos duele el corazón de tanto discutir. Paremos un poco, ambos desconocemos los límites que nos frenan a seguir esta guerra interminable. No voy a hacerte cambiar, no vas a hacerme cambiar; es cuestión de aceptarnos.. De disfrutarnos como somos. 
  Te quiero así, con tus idas y vueltas, con tu idiotez innata, con tu manera de ser que a la vez me irrita tanto. Queréme así, inestable, inconstante y revoloteando por tu mundo. Si cuando estamos juntos no existe otro parámetro más que el sentimiento que proviene desde el alma.
  Entendelo, no importa el futuro, no importan los planes. Por mucho que programemos, todo siempre puede derrumbarse. Vivamos el presente, los momentos juntos; dejate llevar por el impulso que emana desde adentro de tu ser y separa la mente. Librémonos de juzgamientos, de tantos cuestionamientos, por favor. 
  Si tiene que ser un lío, será nuestro lío, nuestro desastre. Como siempre lo fue, como así lo conocimos. Supongo que podría asemejarse a la felicidad, por lo menos de mi parte. Y, como siempre, aquí estamos..

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