miércoles, 7 de marzo de 2012

Cierra puertas y ventanas, que el mismísimo Cielo abrirá una sucursal.

  Cuatro paredes donde se puede desatar un huracán. El mundo esta ahí afuera, ¿por qué no hacerlo esperar? ¿Por qué no encerrarnos entre dos pares de muros que nos hacen feliz durante unas horas? A la luz del sol, se desata una guerra entre nosotros.. Pero aquí la historia es diferente. Nadie lo entendería, no es posible de explicar. Para el resto, somos agua y aceite. Y puede que sea verdad, pero algo raro ocurre en este lugar. No hay reproches, solamente risas. 
  "¿Por qué lo hacemos tan complicado?", realmente no lo se. "¿Qué estás pensando?", hasta donde llegará todo esto. ¿Realmente importa? Lo dudo. Es absurdo ahondar tanto en cuestiones que no vamos a lograr responder. Mientras tanto, que sea lo que tenga que ser. Mientras tanto, disfrutemos de estos momentos. 
  Cerras los ojos y me quedo mirándote. Somos tan opuestos, tan contradictorios, tan hipócritas. Pero teniéndote al lado, es como si todo lo malo no existiera. No es normal, y se acerca más a lo utópico que a la realidad.. pero, ¿qué más da si nos trae paz y alegría? 
  No me pedís nada, no te pido nada. Ninguno espera nada del otro. Y al ser así, el aire que se respira entre los cuatro límites fronterizos, se carga de una energía especial y única. Es nuestro espacio, algo mutuo que compartimos lejos de todo lo que nos obstaculiza. 
  De la misma boca que escuchas insultos a través del teléfono, aquí solo consigo darte besos; los mismos dedos que escriben tantas condenas hacia tu persona, son los mismos que te acarician el pelo. ¿Qué paradoja, verdad? Pero son los ojos, los ojos que no permiten mentir; son los mismos latidos desde el corazón. 
  Traes la calma que este desorden necesita. Las luces están apagadas. El silencio es inmenso. Se escucha un susurro que dice "te quiero"..

viernes, 2 de marzo de 2012

Los ojos que no ven miran mejor.

  A veces no es tan fácil escribir, si de lo que se intenta escribir es acerca de los sentimientos que duermen en el alma y estos, justamente, se encuentran sumidos en un profundo sueño. ¿Hacia dónde voy, a dónde quiero llegar? ¿Estará bien, estará mal?, ¿realmente es necesario que sea precisamente bueno o malo?
  Existen momentos en los que siento que mi alma es un hondo agujero y otros, por el contrario, una llanura perfectamente lisa, totalmente superficial. De una u otra manera, nunca consigo describir totalmente lo que pasa dentro mio. Trato de averiguarlo, no obstante, a través de mis escritos.
  Últimamente siento que la burbuja en donde vivía, tranquila y silenciosa, estalla contra una realidad opuesta; y a la vez más interesante, ya que se manifiesta desafiante, como un reto: "¿podrás con esto?" Me gusta sentirme al borde del abismo, quien dice que alguna vez me atreva a saltar. O no. El mundo se muestra demasiado grande entre los límites de mi mente, sin siquiera dejar de transitar las calles comúnmente transitadas, sin dejar de encontrarme entre los mismos brazos que me rodean, pero no me detienen. 
  Tengo miedo en ocasiones, de no llegar a vivirlo todo, de arruinar mi meta. Me gusta la falacia de creer que nada tiene que acabar. Bien, Dios se encargará de todo este asunto... Hoy vivo como vivo. Supongo que todos hacen lo mismo en algún aspecto. 
  Lloro, río, padezco, me alegro. Tengo más manías de las que quisiera y sin embargo la vida sigue siendo maravillosa, pura mágia. Normalmente tengo el sentimiento de dejarme impresionar por el día a día y sus sorpresas, nada deja de tener su brillo propio.
  Y hoy soy un manojo de sensaciones y procesiones que se llevan intrínsecas. Amor y odio, todo junto, todo en un desorden constante pero perfecto. ¿Quién dijo que la vida había que vivirla en sufrimiento? Optimismo, esa es la clave. Libertad y amor, una filosofía; los ojos cerrados muchas veces ven mejor.

jueves, 1 de marzo de 2012

Porque siempre hablamos.

  Pasado, pasado y pasado. Reproches que estallan en la mente. Decís "A", digo "B". Estas todo el tiempo haciéndote la víctima, estoy siempre a la defensiva. Nos duele el corazón de tanto discutir. Paremos un poco, ambos desconocemos los límites que nos frenan a seguir esta guerra interminable. No voy a hacerte cambiar, no vas a hacerme cambiar; es cuestión de aceptarnos.. De disfrutarnos como somos. 
  Te quiero así, con tus idas y vueltas, con tu idiotez innata, con tu manera de ser que a la vez me irrita tanto. Queréme así, inestable, inconstante y revoloteando por tu mundo. Si cuando estamos juntos no existe otro parámetro más que el sentimiento que proviene desde el alma.
  Entendelo, no importa el futuro, no importan los planes. Por mucho que programemos, todo siempre puede derrumbarse. Vivamos el presente, los momentos juntos; dejate llevar por el impulso que emana desde adentro de tu ser y separa la mente. Librémonos de juzgamientos, de tantos cuestionamientos, por favor. 
  Si tiene que ser un lío, será nuestro lío, nuestro desastre. Como siempre lo fue, como así lo conocimos. Supongo que podría asemejarse a la felicidad, por lo menos de mi parte. Y, como siempre, aquí estamos..